Con mucha ilusión, os presento a Pablo, un pequeñin de lo más bonito y espabilado.
Tendemos a pensar que los recién nacidos se pasan el día durmiendo. Que todo es comer y dormir. Sin embargo, los bebés nacen ya con su personalidad.
Pablo ha preferido disfrutar de la sesión de fotos y no quedarse profundamente dormido. Entre toma y toma, y algún que otro pucherillo, sus hermanas han aprovechado para posar también y quitarle el protagonismo.
La sesión de fotos de recién nacido de este peque y su familia hablan por si solas, simplicidad y belleza sin fin. Los años pasan rápido pero los recuerdos siempre permanecen y que mejor recuerdo que el de sus primeros días.
Os dejo con su sesión de recién nacido y su dulce mirada.